Estuvo visitando las instalaciones, hablando con las (super) cocineras y los monitores.Y cuando los chicos acabaron sus talleres, fueron a verle. También nos trajo algunas "provisiones".
Después, comió con nosotros, como atestigua esta imagen:
Finalmente, se marchó. Pero al igual que el personaje de la novela a cuyo capítulo alude el título de esta entrada, nos dejó marcados y con la promesa de volver pronto.
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