Salimos a las 10:55, andando por un camino con muchas piedras y siempre viendo la majestuosidad del río Tormes. Llegamos a nuestro punto de destino hacia las 12:30 para bañarnos en la poza del río. Llevábamos una mochila, con una toalla, crema solar, cantimplora, bañador, chanclas y la gorra. A pesar del calor nos protegimos con crema solar, gorras...
Nos lo pasamos muy bien, porque allí coincidimos con otros grupos de excursionistas de distintos campamentos de chicos.
Después nos fuimos a comer unos bocadillos de lomo empanado, quesitos en porciones, chocolate y un refresco.
La catequesis del día (todos los días ha habido) trató del sacramento del perdón, nos la explicó Macías y Don Pedro. Los monitores decidieron esta excursión para cambiar el ritmo habitual de cada día, centrado en el trabajo en el mismo campamento, para tener más contacto con la naturaleza.
Al regresar, hacia las siete y media, nos duchamos, tuvimos la Eucaristía, como cada día, y tras la cena y la velada, descansamos muuuuy cansados, pero tras haber pasado un día muy divertido, y diferente a los otros.
Siempre es bueno variar un poquito y cambiar de ambiente para despejarse y disfrutar más de las actividades que se tienen.
ResponderEliminarAdemás el cansancio ayuda a descubrir la generosidad de la cantimplora. jeje
Una pena que me esté perdiendo todo esto
Recuerdos para todos.
la caminata estubo muy larga tengo agujetas en las piernas...
ResponderEliminarperoo me gusto el rioo po q la pasamos genial auk un poco cansados i el agua muy fria pero buenooo lo pasa geniall..